El sacrificio de una mujer y cruda lucah de un hombre por alcanzar el éxito por sus propios medios configuran uno de los mayores y mejores dramas cinematográficos de todos los tiempos. De manos del maestro Mizoguchi.
Tokyo, 1885. Kikunosuke Onoue, hijo adoptivo de un importante y respetado actor kabuki, descubre que todas las alabanzas que recibe a su propia carrera como actor se deben al renombre de su progenitor. Sus compañeros en el teatro solo tiene buenas palabras en su presencia pero a sus espaldas critican continuamente su mediocre actuación. La única persona que le habla honestamente es Otoku, la niñera de su hermano recien nacido, quien le impulsa y apoya para que desarrolle su talento. Otoku es despedida por la familia de Kikunosuke suponiendo que solo va detrás de un matrimonio con un joven inocente de una clase más elevada, y veta a Kikunosuke para que no pueda verla más.
Pero Kikunosuke se enamora profundamente de Otoku y escapa con ella de Tokyo para recorrer el Japón teatral y mejorar su técnica artística y asi volver a la casa de su padre con el suficiente prestigio personal.
Crítica
Puntuación del crítico: 10
Sin lugar a dudas ésta es una de las obras maestras del cine de todos los tiempos, que consagró a Mizoguchi como uno de los mayores exponentes de la nueva ola japonesa de los años 30-40 (y siguientes) junot con Kurosawa y compañía.
Esta película es uno de los mayores ejercicios de Estética (con mayúsculas) al servicio de un sólido guión. La cámara fija e impasible de Mizoguchi será recordada siempre por todos los cineastas lo suficientemente formados. La reiteración de las escenas de fuerte carga emocional de la primera parte de filme con una coda o contrapunto dramático en la segunda parte, como el corte de la sandía en la cocina de Kikunosuke y Otoku o el travelling de la llegada a la casa, se consolidan en estas película como el sello personal de tan gran maestro. Podría pasarme mucho tiempo analizando la cámara de esta película, pués resulta una protagonista más de la historia (ya quisieran muchos directores del hoy en día tener la más ínfima parte de la habilidad de Mizoguchi para hacer que el observador reciva tanta información y tan emotiva con unos planos sostenidos tan largos, pero lo dejaré para otro día.
Solo destacar la importancia de los personajes femeninos de esta película, que vertebran la historia y que son adorados, literalmente, en el cine de Mizoguchi. Perdonad por lo sesgado de la "crítica" pero voy con prisa, pronto me explayaré ma´s.
Ficha de Película enviada por Boccob el 5 de Enero de 2005